El Colectivo
Manifiesto de El Colectivo (2017)
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NOSOTROS y NOSOTRAS, militantes de izquierdas, feministas, ecologistas, animalistas, académicos, defensores de derechos, seres políticos sensibles a los temas y problemáticas de nuestra época, considerando:
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Que la sociedad, como espacio de encuentro y desencuentro, debería perseguir una imperativa misión emancipadora y de servicio, y que es, al mismo tiempo, el espacio propicio donde los ciudadanos debemos desarrollar numerosas actividades que contribuyan a nuestra formación integral en diversas esferas como la humana, la académica, la cultural, la social, y por supuesto la política;
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Que producto de la mercantilización de la vida cotidiana y la instrumentalización de los sujetos, en las formas de organización humana ahora predominan las lógicas empresariales, clientelares y consumistas, transformando al ser humano en un elemento pasivo y complaciente, en lugar del sujeto activo, crítico y propositivo que debe ser;
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Que los organismos oficiales de representación social y política, han demostrado sus limitaciones para defender adecuadamente los intereses de los ciudadanos y que, debido a las restricciones que encierra en sí mismo su rol en la estructura estatal y a la viciada ejecución de su modelo representativo, han devenido prácticamente en figuras protocolarias y administrativas;
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Que en la actualidad el país experimenta un ambiente de recelo y desconfianza respecto a la política y la cosa pública, producto del juego político experimentado en la última década y la imposición de lógicas de burocratización, tecnocratización, clientelismo, corporativismo, etc.; conduciendo a que en la toma de decisiones el gobierno y las organizaciones de la sociedad civil hayan obviado tristemente la voz de los ciudadanos, de los estudiantes, de los jóvenes, de los defensores de la naturaleza y los defensores de derechos, las mujeres, los pueblos y nacionalidades, entre otros.
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Que en el presente escenario político la sociedad entera se encuentra dividida y polarizada, manifestando posturas rígidas e inflexibles frente a cualquier iniciativa de diálogo (venga éste del gobierno, de las organizaciones políticas o de las organizaciones sociales), y encontrando graves dificultades para suscitar el debate, trabajar sobre las diferencias y alcanzar consensos y puntos comunes.
[…]
Por tanto, hemos decidido reagruparnos e invitar a otros actores a formar parte de El Colectivo, una organización de naturaleza política-cultural sin fines electorales, con la cual nos planteamos iniciar un profundo proceso de análisis, de crítica y autocrítica ciudadana, y de transformación de las lógicas sociales, en beneficio de las causas que defendemos y de toda la sociedad. Este cambio únicamente podrá llevarse a cabo por medio de la metamorfosis consciente de las estructuras y de las relaciones de poder de los diferentes actores de la comunidad.
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Para la consecución de este fin, apostamos por la creación de una base social comprometida que se vincule con procesos de reflexión, formación, y cambio, a través de la construcción de núcleos y redes humanas de debate y trabajo. De esta manera, consideramos que podemos dar un salto cualitativo hacia una consciencia de la responsabilidad que como ciudadanos y cohabitantes del mundo tenemos; de forma tal que nos sea posible asumir nuestro papel como actores de transformación social.
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Creemos, además, en la necesidad de forjar espacios interdisciplinarios que fomenten una formación holística fundamentada en el respeto y convivencia de las diferencias político-ideológicas, identitarias, sexogenéricas, etarias y étnicas, articuladas en el trabajo mancomunado. Así, se podrá constituir un proceso emancipatorio que posicione a los jóvenes, académicos, vecinos, activistas y militantes como actores proactivos frente a la situación de otros actores sociales y al contexto que nos rodea. Queremos la construcción colectiva de una voz ciudadana original, no viciada por intereses utilitarios y mezquinos.
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De esta manera, y con el tiempo, aspiramos a fortalecer la voz ciudadana y, por medio de la reproducción del proyecto en otros espacios, lograr que ella tenga cabida en los procesos locales y regionales de trascendencia. Solamente así, renunciando a la inmediatez y a la práctica de pisotear los medios para alcanzar un fin determinando, y abogando por un proceso diverso, desinteresado y comprometido, será posible la ejecución de acciones paralelas para la reconstrucción y reconfiguración de los modelos e instituciones de acuerdo a las necesidades de sus actores.
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Nuestra posición política no pretende militar en la oposición insensata o a su vez en la condescendencia ciega frente a la academia, al gobierno y otras instituciones. Somos un colectivo sin la mínima intención de solamente acatar órdenes y ser una pieza más en los juegos políticos; exigimos, por tanto, el derecho de forjar y compartir el camino que responda a nuestras necesidades comunes y diversas con la firme convicción de que todos y todas somos la política.